¿La educación en México... en realidad es lo que debe de ser según la Constitución?
“Todo individuo tiene derecho a recibir educación”, esto es lo que nos dice el artículo 3° de nuestra Constitución, sin embargo deberíamos preguntarnos ¿realmente todos los mexicanos, de todos los estatus sociales, etnias, zonas rurales y urbanas reciben educación? y con mayor razón preguntarnos, ¿la educación que se recibe realmente es laica y gratuita?
A pesar de tener un
documento legal, que es la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, la cual rige que la educación debe ser laica, gratuita y dirigirse a
todos los niveles y/o grupos de la población, se ha visto que en el diario
acontecer realmente no se practica lo que predica dicho artículo en su
totalidad.
Como ejemplo podemos
ver que en primera instancia la educación no ha llegado a ser puramente
gratuita, ya que también hay escuelas privadas, todas ellas reciben fondos como
resultado de las cuotas impuestas a través de los comités de padres de familia al
beneficiario, es decir; al estudiante, para así poder ofrecerle una “educación
de calidad” que además de no ser gratuita no es laica.

Mi respuesta tiene
varios fundamentos; el primero es que la educación impartida por algunas instituciones
privadas involucra una religión, atropellando la libertad de credo y
pensamiento, siendo que cada quien es libre, por derecho constitucional, a
profesar la religión que más desee siempre y cuando no intervenga e influya en los
derechos de los demás y/o también en el ejercicio de la educación y por ende la
alteración en los contenidos temáticos que se ofrecen; el segundo es que la
educación privada promueve los actos religiosos; y el tercero es que
simplemente no debería existir educación privada porque viola todo lo que se
menciona en el artículo tercero constitucional, no existe la gratuidad ni
laicidad como tal.
Otro punto que quiero
tratar es el hecho de que, como ya lo mencioné anteriormente, la educación
desafortunadamente no llega a todos los sectores de la población, sobre todo a
los sectores más marginados como las zonas rurales. Por lo general son las
zonas que tienen escasez y/o baja calidad en los servicios, zonas que desde
años persisten rezagadas y olvidadas por el sistema educativo nacional y en
general por los gobiernos actuales.
Ahora bien el
artículo tercero nos dice que la educación impartida por el Estado fomentará el
amor a la patria, respeto a los derechos humanos y la conciencia de solidaridad
internacional, independencia y justicia, sin embargo, cómo será posible que
todo esto se vea reflejado en la práctica educativa, por parte de nosotros como
futuros maestros, si desde el mismo lugar de donde emanan las leyes hay
carencia de valores, carácter y compromiso para poder aplicar y hacer valer las
leyes , y que no sólo afectan al rubro
de la educación, sino a un todo que es nuestro país.
También la ley general de educación nos dice que se debe fomentar la cultura de la transparencia y la rendición de cuentas así como la lectura, sin embargo aún hay mucho trecho por recorrer en éste aspecto, ya que si bien se ha avanzado en cuanto al fomento de la lectura en las aulas, no se ha logrado que la mayoría de la población, sobre todo la más vulnerable, alcance un buen desempeño en ésta área o que el gobierno realmente demuestre la capacidad de ofrecer cuentas claras y la voluntad de fomentar las diferentes culturas y etnias de nuestro vasto país; como consecuencia de esto, existe un deterioro de la identidad cultural como mexicanos, incremento del analfabetismo en las clases marginadas.

Por otro lado, la ley
estatal de educación o ley de educación del Distrito Federal nos menciona que tiene
la obligación de atender y ofrecer la educación básica a todos los habitantes
de la entidad, pero el repentino crecimiento demográfico, la falta de
oportunidades de empleo y poca calidad en los servicios ofrecidos hacen que
este punto se vuelva difícil de satisfacer al cien por ciento, ya que como
próximos integrantes del sistema educativo nacional tendremos que enfrentar
diversos obstáculos en cuanto a recursos materiales y educativos.
Otro punto del cual
trata ésta ley, es de que todos los habitantes del Distrito Federal tienen
acceso a las mismas oportunidades educativas, es decir nosotros, los profesores
debemos fomentar en nuestra práctica educativa diaria la equidad y la igualdad
entre la relación con nuestros alumnos y a la vez con nuestros compañeros
maestros, de no ser así, nosotros mismos estaremos contradiciendo nuestra ética
y labor como docentes de una institución que sobre todo, trata con seres
humanos.

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